dijous, 14 de maig del 2015

Solo, triste y desamparado

Que feu demà? .... y un silencio se hizo en el guasap del grupo, solo una pequeño comentario de Manolo, abrió un poco de luz a mi pregunta, aunque la respuesta era tan ineficaz como el silencio. Por ello, abatido frente a esta gran desbandada, pensé ... y ahora que hago? Puse el despertador a las seis y empecé a maquinar donde iría a mañana.

Seis de la mañana, con la música de Trón sonando en el móvil, lo apagué, me cambié cual ninja sigiloso por un dojo enemigo y me fuí a la calle a prepararme. Destino, pues como siempre, una de mis rutas diferentes e interesantes. Mi meta era hacer muchos kilómetros, con un buen desnivel, pero rodadora y sin subidas espectaculares, ya pensando para lo que nos depara este verano.

Siete de la mañana, era el primero y puntual (es lo que tiene estar solo, puntualidad máxima, te esperas a ti mismo) ritmo a Can Massana para llegar allí cerca de las 08:20, no está nada mal. Miradita a la multitud que se agolpaba en la parking con ganas de pasar un día de montaña y caida por la carretera de ca la iaia. Quiero hacer un inciso, y por mucho que me lo reprochen, la carretera de ca la iaia es mucho más entretenida en moto que en bici, ni punto de comparación. Desvío de tierra y bajada tranquila hasta el pueblo de Maians.

Antes de llegar a Maians, el primer susto del día. Habían unas vacas pastando a cada lado de la carretera, pero una de ellas estaba en el lado que no correspondía, vamos, al otro lado de la valla. Con cara de sorpresa miraba a la vaca preguntándole con la mirada ... que haces a este lado? Pues bien, no hagaís esta práctica en la vida, la vaca me escuchó y antes que pasara se puso a cruzar la carretera de tal forma que ya pensaba yo, como iba a contar a la gente que había sido atropellado por una vaca.

En Maians cogí el camino que hay entre dos casas y dirección a Castellfollit del Foix. He de decir que esa subida me encanta, las vistas son muy buenas y la subida, aún siendo algo dura, se hace amena. Finalmente llego a la carretera que va al pueblo y una vez allí, en vez de entrar el pueblo, me hago la bajada de carretera otra vez a Maians. Podría haber subido al Cogulló, pero no era mi intención hacerlo.

Y ahora? ya para casa? en absoluto, la música de los podcast de Hardwell y Steve Aoki (recomiendo a todo el mundo que se aficione a los Podcast, manera fácil y gratiuta de tener siempre música y programas diferente) me daban ese buen ritmo, así empecé a subir la subida de la muerte y al llegar a la Masia, desvio a la derecha y rumbo a Castellolí.

Diez minutos pasaron hasta ver el pueblo de Castellolí, tranquilo como siempre, aproveché para comerme una magdalena y mirar al cambio que no quiere subir al último piñon. Obviamente cuando acabé de tocar la cosa fue a peor, ahora ni sube y se sale la cadena si bajas al último piñon. Jesús dedícate a esto que llegaras lejos.

Después de toparme con la realidad y con mis limitaciones como mecánico, me fui destino al gos blanc y de ahí cogí un divertido camino lleno de subidas con piedras, corriols y árboles bajos. Todo lo necesario para hacer la ruta aún mejor. Finalmente llegué al cruce de caminos. Volver por carretera o seguir montañeando. Sonaba Hardwell en mis auriculares, así que si cogía carretera, con el viento no escucharía la música (me la pongo floja para estar enterado de mi entorno) así que no tuve alternativa, volver por montaña y acabar de escuchar el Podcast.

Y bueno, esta zona ya la conoceis, llegada a la cementera, y caida por carretera hasta Collbató, donde organizaban la cursa del Alba.

Pues nada, os dejo los datos, obviamente manipulados y ampliados por la gente de Garmin, que me han chivado que la titan desert es un paseo por la playa si los haces con un twonav, pero que lo patrocina Garmin para que parezca más dura jejejeje.



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